Para Jorge
AMOR DE PADRE
Este hombre que ha estado en sitios fabulosos
y en los otros más sórdidos,
sólo y conmigo,
viviendo siempre todo con plena intensidad.
Este hombre que ha conocido mundo,
que crea obras magníficas
y deja su legado al pasar.
Este hombre que ha salido en la tele,
ha acaparado más de una portada,
expande su creatividad,
alimenta su ego,
y lo vuelve a matar.
Este hombre al que he visto llorar,
quebrarse,
y reinventarse,
a ambos lados del mar.
Me dice,
que nada le ha dado más felicidad
que ver crecer a les hijes que tenemos juntos,
que nada le ha marcado como el camino recorrido en su paternidad.
En esto hay:
partos libres, lactancias de más de una década, arrugas, falta de sueño, epilepsia, sillas de ruedas, carreras a urgencias,
alimentar a diario a un hijo con total dependencia,
veinte años de pañales, mudanzas, desafíos, duelos, salas de espera,
ropa para guardar, platos y suelos por fregar, falta de apoyo, equipo reducido,
frustraciones y quejas,
no saber otra vez qué habrá para cenar.
A la vez hay:
piernas que se entretejen, abrazos que contienen,
manos que arreglan,
esperanza, deseo,
las ganas de aventura, libertad y respeto,
alegría por lo que viene,
honor y gratitud por lo vivido,
ganas de hacerlo bien por aquellos que están.
Que empiece a repararse el mundo
con personas
más grandes que sus obras,
más grandes que sus logros,
más grandes que sus descubrimientos.
Con padres presentes,
Con hombres conscientes,
que apuestan a amar.
Ana Álvarez-Errecalde